INSTITUTO PONTIFICIO DEL BUEN PASTOR EN COLOMBIA

  1. INTRODUCCIÓN

Durante mucho tiempo se oró para que volviera a celebrarse públicamente en los altares de la iglesia católica la Santa Misa tradicional en latín y de espaldas al pueblo.

Desde el concilio pastoral Vaticano II (1963-1965) se impuso “El novas ordi” o sea el rito de la misa de Paulo VI, y se silenció la misa preconciliar de san Pío V. Primero con Juan Pablo II y luego con Benedicto XVI, se impulsó el regreso a la misa tridentina, a través del “Ecclesia Dei”.

¿Qué es Ecclessia Dei? La Comisión Pontificia “Ecclesia Dei” fue instituida por el siervo de Dios Juan Pablo II en 1988, cuando un grupo notable de sacerdotes, religiosos y fieles que habían manifestado su descontento con la reforma litúrgica conciliar, se habían congregado bajo el liderazgo del Arzobispo francés Marcel LeFebvre. Dichos fieles se separaron de éste porque no estuvieron de acuerdo con la acción cismática de la ordenación de cuatro obispos sin el debido mandato pontificio.  Ellos, entonces, prefirieron mantener la plena unión con la iglesia. Fue entonces cuando Juan Pablo II, mediante el “Motu Proprio Ecclesia Dei Adflicta”, confió a esta comisión el cuidado pastoral de estos fieles tradicionalistas.

Desde el  año 2006 Benedicto XVI, ha extendido la actividad de la “Ecclesia Dei”, a todos los fieles de la iglesia que tengan una sensibilidad particular con la tradición y que deseen mantener viva la liturgia latina anterior al Vaticano II, en la celebración del santo sacrificio de la misa y de los demás sacramentos con el rito tradicional latino anteriores a la reforma litúrgica de 1970.

Con la liberación de la santa misa y la aplicación de los sacramentos en rito tradicional no se quiere volver atrás, sino recuperar lo que se ha perdido. Por esta razón el santo Padre, aprobó el 8 de septiembre de 2006, el Instituto Pontificio del Buen Pastor, con la exclusividad de usar los libros litúrgicos promulgados por el Beato Juan XXIII en 1962. Esta liturgia romana, nunca fue abolida y por eso ahora, el santo Padre facilita, a todos los fieles que lo deseen, el acceso a esta liturgia haciendo de ella una forma extraordinaria del único rito romano.

Cabe anotar que antes de fundar el Instituto del Buen Pastor, habían sido erigidas otras comunidades religiosas para mantener las tradiciones, entre éstas están: la fraternidad San Pedro, San Felipe Neri, en Berlín (Oratorio en la diócesis de Tréveris).

En América Latina, la Diócesis de Campos, en Brasil, antes la Fraternidad asociada con san Pío X el 18 de enero de 2002, en el Estado de Río de Janeiro, fue aprobada por la Santa Sede y ahora se llama “Administración Apostólica San Juan María Vianney de Campos” y pone a la disposición de la iglesia sacerdotes para la cura pastoral de los fieles tradicionalistas en sus iglesias locales. Hay 50 sacerdotes, 50 seminaristas, 100 religiosas y 25.000 fieles tradicionales.

Se espera llegar a un acuerdo con el “Oasis de Jesús Sacerdote”, de Barcelona, España, dirigido por el Padre Muñoz.

Hasta ahora han estado bajo Ecclesia Dei, varias comunidades dispersas en el mundo, que en cifras numéricas equivaldría a:

300 sacerdotes

79 religiosos

300 religiosas

200 seminaristas

Y varias centenas de fieles.

Al iniciar el papado, Benedicto XVI, curiosamente aumenta el interés por la misa en latín de los jóvenes en Francia, Estados Unidos, Brasil, Italia, Escandinavia, Australia, China, Argentina y Colombia.

Hablando de la sociedad San Pío X, a nivel de los superiores, se están adelantando los trámites para llegar a un arreglo con la Santa Sede. La comunidad LeFebvrista  consta de 4 obispos que fueron ordenados por Monseñor LeFebvre, de 50 sacerdotes y 600.000 fieles en todo el mundo. Además a este grupo se unieron varios monasterios contemplativos y algunos grupos religiosos masculinos y femeninos tradicionalistas. La fraternidad San Pío X tiene parroquias (los llaman prioratos), seminarios y asociaciones para atender a sus fieles. Están presentes en 26 países.

Los miembros actuales (2007), de la Comisión Ecclesia Dei son los señores cardenales: Julián Herranz, Jean Pierre Ricard, William Joseph Levada, Antonio Cansares y Franc Rodé.

El Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de esta Comisión Pontificia pronunció un discurso ante la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida, Brasil, el 16 de mayo de 2007 e hizo un resumen de las actividades de este dicasterio y exhortó a orar a Dios, para que este proyecto de S.S. Benedicto XVI pueda realizarse pronto para la unidad de la iglesia católica.

En Colombia, los medios de comunicación oficiales y privados informaron ampliamente sobre estos acontecimientos especiales para recuperar las santas tradiciones.

En Bogotá, D.C. hacía falta la sede para que funcionara el Buen Pastor en este país; también se oró con fe y Dios la proveyó este lugar a través de una casa en comodato.

En cuanto al número de fieles en Colombia, aún no es muy crecido pero los que acuden al oratorio “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”, están informándose  lentamente acerca de lo que es la tradición y sobre la santa misa gregoriana.

Los padres nombrados por el superior de Distrito para América Latina, el Padre Rafael Navas Ortiz para regir esta sede fueron el Padre José Luís Pinzón Vélez, ex misionero javeriano de Yarumal y el Padre Eduardo Achata M, de nacionalidad peruana y ordenado en Lumen Dei.

La labor pastoral del IBP se inició en la semana santa de 2007 (1º. de abril).

  1. ¿QUÉ ES EL INSTITUTO DEL BUEN PASTOR?

El Instituto de Buen Pastor es una sociedad de vida apostólica de derecho pontificio erigida conforme a las normas del derecho canónico (Can 732) y sus miembros quieren ejercer su sacerdocio en la tradición doctrinal y litúrgica de la Santa Iglesia Católica Romana.

El rito propio del Instituto del Buen Pastor, en todos sus actos litúrgicos en el rito romano tradicional preconciliar, contenido en los cuatro libros litúrgicos que regían en 1962 a saber: el Pontificial, el misal de san Pío V, el Breviario y el Ritual Romano. El IBP, podrá fundar en diversas diócesis “Parroquias Personales”.

Fecha de fundación

La congregación para el clero, erigió el 6 de septiembre de 2006, un nuevo instituto religiosos “El Buen Pastor” para acoger en su seno a los antiguos sacerdotes y seminaristas de la Fraternidad sacerdotal de San Pío X, separada de Roma desde 1988. el Instituto de Buen Pastor está aprobado por la Santa Sede por cinco años “ad experimentum”.

La sede principal

La sede de esta nueva fraternidad, está en Burdeos (Francia) en la Iglesia de San Elías.

¿Quién firmó el decreto de erección del Buen Pastor?

En la mañana del 8 de septiembre de 2006, día de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, el Cardenal Darío Castrillón Hoyos, (colombiano), prefecto de la congregación para el clero y encargado de la comisión Ecclesia Dei, firmó el decreto de erección del Instituto de Derecho Pontificio del “Buen Pastor”. De este modo quedaron aprobados los estatutos de este nuevo Instituto tradicionalista.

¿De quién depende el Instituto del Buen Pastor

Como sociedad de vida apostólica depende de dos dicasterios. Depende a la vez de la comisión Ecclesia Dei y de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica.

¿Quién es su superior general?

El Instituto del Buen Pastor tiene como superior general al Padre Philippe Laguerie, sacerdote excluido de la Fraternidad de san Pío X en agosto de 2004.

¿Cuál es la novedad del Instituto del Buen Pastor?

La novedad del Instituto del Buen Pastor, reside en el hecho de que es “el mismo Papa Benedicto XVI, quien ha querido este camino” en el cual autorizó “el misal tradicional de san Pío V, que no es un misal aparte, sino más bien una forma extraordinaria del único rito Romano”.

¿Quiénes son los primeros miembros del Instituto del Buen Pastor?

La nueva fraternidad sacerdotal hasta la fecha de su fundación cuenta en sus filas a otros cinco sacerdotes, seminaristas, entre los cuales debería ser próximamente ordenados cofundadores.

El padre Paul Aulagnier, por largo tiempo superior general en Francia de san Pío X (1976-1994), fue excluido de la Fraternidad que fundó M. LeFebvre en 2003.

El padre Christophe Héry, excluido de San Pío X, por apoyar al Padre Laguérie.

El padre Guillaume de Tanouarn, fundador en París de la Asociación cultural San Marcelo y el Centro de San Pablo. También excluido de san Pío X.

El padre Henri Forestier.

Un diácono, Claude Prieur.

El Instituto del Buen Pastor en América Latina

Además de Francia, el IBP, se erigió el Distrito de Latinoamérica iniciando el año 2007. Tiene tres sedes, en tres países:

Colombia                  Oratorio de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

                                   Transversal 28 A No. 36 – 47

                                   Teléfonos: 244 20 37  –  +57(1) 758 05 44 Fax

                                   La Soledad – Bogotá, D.C.

Chile                          1.  Oratorio Santa Teresita del Niño Jesús – sede del IBP

                                   Calle Froilán Roa 4594, Macul

                                   C.P. 782 03 79

                                   Teléfono. +56 (2) 294 91 84

                                   Cel: +56(09) 833 11 27

                                   Santiago de Chile

  1. Oratorio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

                                   Teléfono +56(51) 211 78 98

                                   La  Serena – Chile

Brasil                         Oratorio Nuestra Señora del Buen Consejo – Sede del IBP

                                   Rua Goncalo Pedrosa. 25, Ipiranga

                                   CEP 04261-60

                                   Teléfono: +55(11) 61 68 72 59

                                   Sao Paulo – Brasil

DECRETO MEDIANTE EL CUAL LA SANTA SEDE CREA EL

INSTITUTO DEL BUEN PASTOR

Nombre de la Comunidad:                                           INSTITUTO DEL BUEN PASTOR

Día, hora y fecha de fundación: En Roma el viernes 08 de septiembre de 2006,  2:15PM

¿Quien la fundó?

 Por Decreto Nº 118/2006  de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei presidida por Su Eminencia Reverendísima Darío Cardenal Castrillón Hoyos y Camille Perl, secretario.

¿Cual es el objetivo de su fundación?

 El Instituto Del Buen Pastor es una sociedad de vida apostólica de derecho pontificio erigida conforme a las normas del derecho canónico (can. 732). Sus miembros quieren ejercer su sacerdocio en la tradición doctrinal y litúrgica de La Santa Iglesia Católica Romana.

El rito propio del Instituto, en todos sus actos litúrgicos es el rito romano tradicional, contenido en los 4 libros litúrgicos que regían en 1962 a saber el pontifical, el misal, el breviario y el ritual romano.

¿Por qué se va a abrir en Bogotá?

Es nuestra intención abrir un priorato en Bogota, dado que el Superior de distrito para Latinoamérica R. P. Rafael Navas Ortiz, es de nacionalidad colombiana quien preparó por varios años a algunos fieles amantes de la tradición y en la actualidad reside en Santiago de Chile, además en Bogotá reside el R. P. José Luís Pinzón Vélez quien es miembro del Instituto y que con el apoyo del R. P. Eduardo Achata Vargas Machuca más algunos fieles ya han comenzado labores de apostolado, las que se consolidaran con la apertura del oratorio el 19 de julio de 2007, en donde se celebrará la Santa Misa de Siempre y residirán los citados sacerdotes.

Representante oficial para Colombia: R. P. José Luís Pinzón Vélez

Registro: Decreto Nº 118/2006 de la  Commission Pontificale « Ecclesia Dei »

III.  BREVE HISTORIA DEL INSTITUTO DEL BUEN PASTOR EN COLOMBIA

1492 es la fecha histórica que indica el descubrimiento de América. Desde ese momento la población aborigen, conoció y escuchó la  Santa  Misa  en Latín y fue evangelizada por las primeras comunidades religiosas venidas de España;, Franciscanos, Dominicos, Semitas, entre otros. Después del Concilio Vaticano II (1962-1965), la Misa en latín sobrevivió gracias a unos sacerdotes que la celebraban en privado.

Desde el quinto centenario de la evangelización de América que se celebró en 1992, surgieron inquietudes en algunos fieles acerca de la posibilidad de poder volver a tener en Colombia, la Liturgia tradicional con el consentimiento de la Santa Sede. Muchos fieles empezaron a congregarse  en el Priorato de Bogotá, regido por los padres de la fraternidad San Pío  X, fundada por Monseñor Marcel LeFebvre, en 1970 en Econe Suiza.

Sin embargo, varios católicos amantes de las tradiciones litúrgicas y que asistían a la celebración de la Santa Misa de San Pío V, en el Priorato de Bogotá, para cumplir el precepto del Domingo;  no se sentían tranquilos, por no estar en plena comunión  con la santa sede.

Fue entonces cuando se tomó la decisión  de celebrar los domingos la Santa Misa en casa de algunos fieles con  ideas tradicionales  y seguidores de la Misa de siempre.

Pero había un problema,  “¿Qué sacerdote tradicional les celebraría la misa en San Pío V y que esté en comunión con Roma?.”

Por gracia de Dios, apareció el padre José Luís Pinzón Vélez, misionero que trabajaba en la selva Amazónica evangelizando algunos grupos indígenas de la región.

El Padre Pinzón fue ordenado inicialmente para el Instituto de Misioneros Extranjeros de Yarumal, que fue fundado en 1927 por Monseñor Miguel Ángel Builes, Obispo de Santa Rosa de Osos, Antioquia.

Los escritos del fundador, de los Misioneros de Yarumal,  sirvieron de inspiración al padre Pinzón para optar por la Liturgia Tradicional.  Gracias a la asesoría  de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, aprendió a celebrar la misa de San Pío V, y empezó en 1994 a reunirse con algunos fieles que querían oír la Misa de siempre, todos los Domingos y fiestas de guardar.

El Superior del Instituto de Misioneros de Yarumal, le otorgó al Padre Pinzón, un permiso verbal, para buscar un Obispo benévolo que lo aceptara, con la particularidad de celebrar la misa en Latín y de espaldas al pueblo. Consultó varios Prelados, pero ninguno lo aceptó como tal.

Mientras tanto seguía dependiendo del instituto, hasta encontrar un Obispo benévolo.

Durante este periodo de tiempo se oró mucho al Dios Todopoderoso  para que la Santa Sede aprobara alguna comunidad con la exclusividad de Santificar las Almas con la Liturgia tradicional.

Fueron muchos los Rosarios y ofrecimiento de sacrificios  por esta intención. Como dice el Salmo “Si el afligido invoca al Señor Él lo escucha”.

Por Internet empezaron a llegar noticias de la existencia de movimientos laicos en pro de la defensa de la tradición Católica. En Europa y Estados Unidos se fundan asociaciones de laicos y sacerdotes para defender la Liturgia en latín. En 1984, el 3 de Octubre SS. Juan Pablo II, promulga el indulto “Quattur Abhinc Annos” en la que sugiere a los Obispos que garanticen la Misa Gregoriana, a los fieles y Sacerdotes que la requieran.  (CFR. L`Ossevatore Romano, ciudad del Vaticano, 17-X-1984).

El 2 de Julio de 1988 con el “ Motu proprio Ecclesia Dei “ el Papa Juan Pablo II, crea la Pontificia comisión  “ Ecclesia Dei Adflicta” para asegurar la celebración de la Misa  de San Pío V, en las distintas Diócesis del mundo.

Estas noticias, motivaron a los fieles de Bogotá, a recolectar fiemas y enviarlas a dicha comisión, para que algún Obispo Colombiano, autorizara algún Sacerdote, para que le celebrara a un grupo de fieles.  No hubo respuesta a dicha petición.

Más tarde apareció otro Sacerdote que sabía celebrar la misa de San Pío V. El Padre Eduardo Achata, en 1998, ordenado en Lumen Dei, se ofreció a colaborar con los fieles que querían la Santa Misa  en San Pío V.

El 18 de Enero de 2002, SS. Juan Pablo II, aprobó la fraternidad de San Juan Maria Vianney, de Campos Brasil, para los fieles tradicionales del estado de Río de Janeiro.

Ese año el Padre Pinzón y el padre Achata fueron a Campos Brasil y hablaron con el Superior de dicha comunidad, para solicitar Sacerdotes que colaboraran con el Apostolado en Bogotá, no hubo posibilidad de que prestaran dicha ayuda.

Hasta que por fin, el 8 de Septiembre de 2006, se publicó la noticia de la fundación del “INSTITUTO DEL BUEN PASTOR”,  con la exclusividad  de la celebración de la Liturgia Tradicional, aprobada por Su Santidad Benedicto XVI.

Gracias a Dios algunos fieles mexicanos, consiguieron una casa en comodato, para tener la sede del Buen Pastor en Colombia. Desde esta sede, se iniciará el  Apostolado Católico tradicional, para ser un oasis en medio de una sociedad paganizada y que ha olvidado los valores Cristianos que en otro tiempo fueron el orgullo de un pueblo con mucha cultura Católica.

EL APOSTOLADO

El escándalo moral y Litúrgico de la iglesia en la actualidad difundido por los distintos medios de comunicación,  ha provocado en los fieles dos tipos de reacciones:

Abandono de la Iglesia para irse a los sectores protestantes, o volver a las Santas tradiciones  de la Santa Madre Iglesia. Esta coyuntura, ha llevado al Padre Pinzón y al Padre Achata a atender en la medida de lo posible las necesidades Pastorales de los fieles que quieren la tradición, siguiendo fieles al Papa.

El apostolado  en Colombia se puede sintetizar en las siguientes líneas:

Catequesis de adultos, Bendición de los hogares y Dirección Espiritual; Entronización de los Sagrados Corazones de Jesús  y Maria  en las familias y visita a los enfermos;  orientación vocacional  a los jóvenes; edición, promoción y difusión de los libros y audiovisuales con el fin de dar a conocer la Doctrina tradicional de la Iglesia.

ALGUNAS LABORES PASTORALES REALIZADAS EN EL PRIMER AÑO.

    La Semana Santa

Hubo que adecuar rápidamente la casa e improvisar la capilla. Se realizaron todas las ceremonias litúrgicas correspondientes. Valiosa fue la colaboración de los pocos asistentes y de algunos exfieles de San Pío X.

Vigilias

Del latín, vigilia, guardia. Se refiere a los servicios religiosos a los que asistían los primeros cristianos durante toda la noche en espera de la fiesta, o sea que se hace la noche anterior  la fiesta religiosa. Las vigilias privilegiadas son las de Navidad, Pentecostés y Asunción.

Vigilia es renunciar a las horas de sueño, que se pasan en oración y alabanza a Dios. “Perseverad en la oración; velando en ella y en acción de gracias” (Colosenses 4,2).

Hay personas que sacrifican su sueño para agradar a Dios. En Bogotá, en la sede del Buen Pastor se han hecho las vigilias de Pascua: Sábado Santo, Pentecostés, 6 de julio para agradecer a Dios la carta apostólica del Santo Padre Benedicto XVI en forma de “Motu Proprio” summorum Pontificum” sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma de 1970 que se publicó el 7 de julio y entra en vigencia el 14 de septiembre de 2007.  además los primeros viernes, se han hecho vigilias del Corazón de Jesús.

Hay varios fieles que han vuelto a pedir esta costumbre perdida. Están despiertos ante el Santísimo expuesto rindiéndole la adoración correspondiente.

El 26 de mayo de 2007 se hizo la vigilia de Pentecostés. Hubo buena asistencia. Se oró desde las 9 P.M. a 6 A.M. del domingo 27. Hubo tres bloques de oraciones y en cada segmento se hizo un misterio del rosario tradicional: gozosos, dolorosos y gloriosos, con las letanías de la Virgen María. En cada descanso se proporcionó a los asistentes alguna bebida caliente.

La santa Misa dominical

El domingo hay dos horarios de misa, a las 10 AM y a las 5 PM. La misa solemne es la de la mañana con incienso y canto gregoriano. La asistencia promedio es de 20 personas. Son gente que vienen a conocer, unos vuelven y otros no. Pero algunos se quedan y así se va formando el grupo base.

Hay algunos libros dispuestos para la venta en una librería improvisada.

Los fieles siguen la santa misa, leyendo unas fotocopias de la traducción del latín al español. No se usa bonete para las ceremonias litúrgicas (aunque las rubricas lo permiten).

Bendiciones de las casas

Hay algunos fieles que solicitan este servicio espiritual y previa cita telefónica, alguno de los sacerdotes acude a su llamado.

La entronización del Sagrado Corazón de Jesús

Esta tradición se está recuperando y cuando la solicitan los fieles recogen al sacerdote para que toda la familia unida se consagre al corazón de Jesús.

El Santo Rosario y las Letanías

Se inculca rezarlo durante la estadía en los hogares. En la capilla antes de cada misa lo rezan los fieles.

Asistencia a los enfermos, aplicación de la extremaunción a los enfermos graves.

La misa en semana

La misa es rezada por la intención que esté anotada en el libro. 6 PM es la hora fijada.

Cada semana celebra un padre diferente e inicia con la misa del domingo.

Si por necesidad pastoral se debe celebrar otra misa, se acordará con el fiel un horario extra, siempre y cuando no interfiera la vida comunitaria de la casa.

La Hora Santa

Todos los primeros viernes y sábados de mes, se expondrá durante una hora el Santísimo Sacramento del Altar.

El texto de meditación para esta acción litúrgica puede ser el libro:

Primeros viernes: Se celebra la misa del Sagrado Corazón de Jesús.

Primeros sábados: Se celebra la misa del Corazón  Inmaculado de María (cuya fiesta es el 22 de agosto).

Las horas canónicas

En comunidad se rezarán tres horas canónicas:

7 AM: La prima con lectura del Martirologio

12 PM: La sexta

9 PM: Completas

El resto de horas canónicas cada sacerdote las hace en privado.

DOCUMENTO DEL PAPA QUE PERMITE LA MISA TRINDENTINA

Carta Apostólica del Santo Padre Benedicto XVI en forma de “Motu Proprio” SUMMORUM PONTIFICUM sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma de 1970

Sábado 7 de julio de 2007

Siempre ha sido preocupación de los Sumos Pontífices hasta el tiempo presente, que la Iglesia de Cristo ofrezca un culto digno a la Divina Majestad “para alabanza y gloria de su nombre” y “para nuestro bien y el de toda su Santa Iglesia”.

Desde tiempos inmemoriales hasta el futuro debe ser respetado el principio “según el cual cada Iglesia particular debe estar de acuerdo con la Iglesia universal no sólo en lo que respecta a la doctrina de la fe y los signos sacramentales, sino en los usos universalmente transmitidos por la tradición apostólica continua. Éstos deben mantenerse no sólo para evitar los errores, sino también para que la fe sea transmitida en su integridad, ya que la regla de oración de la Iglesia (lex orandi) corresponde a su regla de la fe (lex credendi).” (1)

Entre los Pontífices que han expresado tal preocupación destacan los nombres de San Gregorio Magno, quien se preocupó por la transmisión a los nuevos pueblos de Europa tanto la fe Católica como los tesoros del culto y la cultura acumulados por los romanos durante los siglos precedentes. Tenemos instrucciones para la forma de la Sagrada Liturgia tanto del Sacrificio de la Misa como del Oficio Divino tal como eran celebrados en la Ciudad. Él hizo grandes esfuerzos para promover monjes y monjas, que militaban bajo la Regla de San Benito, en todo lugar junto con la proclamación del Evangelio para que sus vidas igualmente ejemplificaran aquella tan saludable expresión de la regla “Nada, pues, se anteponga a la Obra de Dios » (capítulo 43). De esta manera la Sagrada liturgia según la manera romana hizo fértil no sólo la fe y la piedad, sino la cultura de muchos pueblos. Más aún es evidente que la Liturgia Latina en sus diversas formas ha estimulado la vida espiritual de muchísimos santos en cada siglo de la Era Cristiana y fortalecido en la virtud de la religión a tantos pueblos y haciendo fértil su piedad.

Sin embargo, con el fin que la Sagrada Liturgia pueda de modo más eficaz cumplir con su misión, muchos otros Romanos Pontífices en el curso de los siglos han venido a expresar particular preocupación, entre ellos San Pío V es eminente, quien con gran celo pastoral, según la exhortación del Concilio de Trento, renovó el culto en toda la Iglesia, asegurando la publicación de libros litúrgicos corregidos y “restaurados según las normas de los Padres” y los puso en uso en la Iglesia Latina.

Es evidente que entre los libros litúrgicos de Rito Romano el Misal Romano es eminente. Nació en la ciudad de Roma y gradualmente a lo largo de los siglos tomó formas que son muy similares a aquellas en vigor en recientes generaciones.

“Este mismo objetivo fue perseguido por los Romanos Pontífices a lo largo de los siglos siguientes, asegurando la puesta al día, definiendo los ritos y los libros litúrgicos, y emprendiendo, desde el comienzo de este siglo, una reforma más general”. (2) Fue de esta forma en que actuaron nuestros Predecesores Clemente VIII, Urbano VIII, San Pío X (3), Benedicto XV, Pío XII y el Beato Juan XXIII.

En tiempo más reciente, sin embargo, el Concilio Vaticano Segundo expresó el deseo de que con el debido respeto y reverencia por la divina liturgia ésta fuera restaurada y adaptada a las necesidades de nuestra época.

Impulsado por este deseo, nuestro Predecesor el Sumo Pontífice Pablo VI en 1970 aprobó para la liturgia de la Iglesia Latina libros restaurados y parcialmente renovados, y que alrededor del mundo fueron traducidos en diversas lenguas vernáculas, fueron acogidos por los Obispos y por los sacerdotes y fieles. Juan Pablo II revisó la tercera edición típica del Misal Romano. De esta manera los Romanos Pontífices han actuado para que «este edificio litúrgico, por así decir,…vuelva otra vez a aparecer espléndido en su dignidad y armonía”.(4)

Sin embargo, en algunas regiones, un número no pequeño de fieles han estado y permanecen adheridos con tan gran amor y afecto a las formas litúrgicas previas, y han imbuido profundamente su cultura y espíritu, que el Sumo Pontífice Juan Pablo II, movido por la preocupación pastoral por estos fieles, en 1984 mediante un indulto especial Quattuor abhinc annos, diseñado por la Congregación para la Liturgia Divina, otorgó la facultad para el uso del Misal Romano publicado por Juan XXIII en 1962; mientras que en 1988 Juan Pablo II una vez más, mediante el Motu Proprio Ecclesia Dei, exhortó a los Obispos a hacer un uso más amplio y generoso de esta facultad en favor de todos los fieles que lo soliciten.

Habiendo ponderado ampliamente los insistentes pedidos de estos fieles a nuestro Predecesor Juan Pablo II, habiendo escuchado también a los Padres del Consistorio de Cardinales realizado el 23 de marzo de 2006, habiendo sopesado todos los elementos, invocado el Espíritu Santo y poniendo nuestra confianza en el auxilio de Dios, por la presente Carta Apostólica, DECRETAMOS lo siguiente:

Art. 1. El Misal Romano promulgado por Pablo VI debe ser considerado como la expresión ordinaria de la ley de la oración (lex orandi) de la Iglesia Católica de Rito Romano, mientras que el Misal Romano promulgado por San Pío V y publicado nuevamente por el Beato Juan XXIII como la expresión extraordinaria de la ley de la oración (lex orandi) y en razón de su venerable y antiguo uso goce del debido honor. Estas dos expresiones de la ley de la oración (lex orandi) de la Iglesia de ninguna manera llevan a una división en la ley de la oración (lex orandi) de la Iglesia, pues son dos usos del único Rito Romano.

Por tanto, es lícito celebrar el Sacrificio de la Misa de acuerdo con la edición típica del Misal Romano promulgado por el Beato Juan XXIII en 1962 y nunca abrogado, como la forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia. Estas condiciones establecidas por los documentos previos Quattuor abhinc annos y Ecclesia Dei para el uso de este Misal son reemplazadas por las siguientes:

Art. 2. En Misas celebradas sin el pueblo, cualquier sacerdote de Rito Latino, sea seglar o religioso, puede usar el Misal Romano publicado por el Beato Juan XXIII en 1962 o el Misal Romano promulgado por el Sumo Pontífice Pablo VI en 1970, cualquier día excepto en Sagrado Triduo. Para la celebración según uno u otro Misal, un sacerdote no requiere de ningún permiso, ni de la Sede Apostólica ni de su Ordinario.

Art. 3. Si Comunidades o Institutos de Vida Consagrada o Sociedades de Vida Apostólica de derecho pontificio o diocesano desean tener una celebración de la Santa Misa según la edición del Misal Romano promulgado en 1962 en una celebración conventual o comunitaria en sus propios oratorios, esto está permitido. Si una comunidad individual o todo el Instituto o Sociedad desean tener tales celebraciones frecuente o habitualmente o permanentemente, el asunto debe ser decidido por los Superiores Mayores según las normas de la ley y de las leyes y estatutos particulares.

Art. 4. Con la debida observancia de la ley, incluso los fieles Cristianos que espontáneamente lo soliciten, pueden ser admitidos a la Santa Misa mencionada en el art. 2.

Art. 5, § 1. En parroquias donde un grupo de fieles adheridos a la previa tradición litúrgica existe de manera estable, que el párroco acepte a sus pedidos para la celebración de la Santa Misa de acuerdo al rito del Misal Romano publicado en 1962. Que el párroco vigile que el bien de estos fieles esté armoniosamente reconciliado con el cuidado pastoral ordinario de la parroquia, bajo el gobierno del Obispo y según el canon 392, evitando discordias y promoviendo la unidad de toda la Iglesia.

  • 2. La celebración según el Misal del Beato Juan XXIII puede realizarse durante los días de semana, mientras que los Domingos y días de fiesta debe haber sólo una de estas celebraciones.
  • 3. Que el párroco permita celebraciones de esta forma extraordinaria para fieles o sacerdotes que lo pidan, incluso en circunstancias particulares tales como matrimonios, funerales o celebraciones ocasionales, como por ejemplo peregrinaciones.
  • 4. Los sacerdotes que usen el Misal del Beato Juan XXIII deben ser dignos y no impedidos canónicamente.
  • 5. En las iglesias que no son ni parroquiales ni conventuales, es el Rector de la Iglesia quien concede el permiso arriba mencionado.

Art. 6. En las Misas celebradas con el pueblo según el Misal del Beato Juan XXIII, las Lecturas pueden ser proclamadas incluso en las lenguas vernáculas, utilizando ediciones que hayan recibido la recognitio de la Sede Apostólica.

Art. 7. Donde un grupo de fieles laicos, mencionados en el art. 5§1 no obtiene lo que solicita del párroco, debe informar al Obispo diocesano del hecho. Al Obispo se le solicita seriamente acceder a su deseo. Si no puede proveer este tipo de celebración, que el asunto sea referido a la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.

Art. 8. El Obispo que desee establecer provisiones para los pedidos de los fieles laicos de este tipo, pero que por diversas razones se ve impedido de hacerlo, puede referir el asunto a la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, que debería proporcionarle consejo y ayuda.

Art. 9, § 1. De la misma forma un párroco puede, una vez considerados todos los elementos, dar permiso para el uso del ritual más antiguo en la administración de los sacramentos del Bautismo, Matrimonio, Penitencia y Unción de los Enfermos, según sugiera el bien de las almas.

  • 2. Se concede a los Ordinarios la facultad de celebrar el sacramento de la Confirmación utilizando el anterior Misal Romano, según sugiera el bien de las almas.
  • 3. Es lícito para sacerdotes en sagradas órdenes usar el Breviario Romano promulgado por el Beato Juan XXIII en 1962.

Art 10. Es lícito que el Ordinario local, si lo considera oportuno, erija una parroquia personal según las normas del canon 518 para las celebraciones según la forma anterior del Rito Romano o nombrar un rector o capellán, con la debida observancia de los requisitos canónicos.

Art. 11. Que la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, erigida en 1988 por Juan Pablo II, (5) siga llevando adelante su función. Esta Comisión debe tener la forma, tareas y normas de acción que el Romano Pontífice desee asignarle.

Art. 12. La misma Comisión, en adición a las facultades de las que actualmente goza, ejercerá la autoridad de la Santa Sede para mantener la vigilancia sobre la observancia y aplicación de estas disposiciones.

Todo lo que es decretado por Nosotros mediante este Motu Proprio, ordenamos que sea firmado y ratificado para ser observado a partir del 14 de Septiembre de este año, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, pese a todas las cosas en contrario.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el 7 de julio en el Año del Señor de 2007, Tercero de nuestro Pontificado.

BENEDICTO XVI

NOTAS

1  Instrucción General del Misal Romano, tercera edición, 2002, n. 397.

2  Papa Juan Pablo II, Carta Apostólica Vicesimus quintus annus, 4 de Diciembre de 1988, n. 3: AAS 81 (1989) p. 899.

3  Ibidem.

4 El Papa San Pío X, Motu Proprio Abhinc duos annos, 23 de Octubre 1913: AAS 5 (1913) 449-450; cf. El Papa Juan Pablo II, Ap. Carta Vicesimus quintus annus, 4 Diciembre de 1988,11. 3: AAS 81 (1989) p. 899.

5 Cf. El Papa Juan Pablo II, Motu proprio Ecclesia Dei adflicta, 2 de Julio de 1988, n. 6: AAS 80 (1988) p. 1498.

Traducción no oficial de ACI Prensa

PODER DE LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA CONTRA TORMENTAS

Dos casos aparecen en el Diario de Santa María Faustina que envuelven tormentas, #1731 y # 1791, y en ellos ella usa la Coronilla de la Divina Misericordia como un látigo poderoso:

“Hoy me despertó una gran tormenta, el viento estaba enfurecido y llovía como si hubiera un huracán, a cada rato caían rayos. Me puse a rogar que la tempestad no causara ningún daño; de repente oí estas palabras: Reza la coronilla que te he enseñado y la tempestad cesará. En seguida he comenzado a rezar la coronilla y ni siquiera la he terminado cuando el temporal ha cesado y oí estas palabras: A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad.” (1731)

“Cuando se acercaba una gran tormenta me puse a rezar la coronilla. De repente oí la voz de un ángel: no puedo acercarme con la tempestad, porque el resplandor que sale de su boca me rechaza a mí y a  la tormenta. Se quejaba el ángel con Dios. De súbito conocí lo mucho que habría de devastar con esa tempestad, pero conocí también que esa oración era agradable a Dios y lo potente que es la coronilla.” (1791)

Fue el 22 de mayo, cuando ocurrió el siguiente incidente y la Hermana Faustina lo anotó para mostrar el poder que Jesús mismo le atribuyó a la coronilla de la Divina Misericordia, que Él le enseñó:

“Hoy el calor es tan intenso que es difícil soportarlo. Todos estamos sedientos por la lluvia, y ella todavía no viene. Por muchos días el cielo ha estado nublado, pero no llueve. Cuando miro a las plantas, sedientas de agua, sentí mucha compasión y decidí rezar la coronilla, hasta que el Señor nos mandara lluvia. Antes de la cena, el cielo se cubrió de nubes, y una fuerte lluvia cayó sobre la tierra. Yo había estado rezando esta plegaria por tres horas sin cesar. Y el Señor me ha dado a conocer que a través de esta oración se puede obtener todo”. (1128)

Viernes 13 XI 1935.

Por la tarde, estando yo en mi celda, vi al ángel, ejecutor de la ira de Dios.  Tenía una túnica clara, el rostro resplandeciente; una nube debajo de sus pies, de la nube salía rayos y relámpagos e iban a las manos y de su mano salían y alcanzaban la tierra.  Al ver esta señal de la ira divina que iba a castigar la tierra y especialmente cierto lugar, por justos motivos que no puedo nombrar, empecé a pedir al ángel que se contuviera por algún tiempo y el mundo haría penitencia.  Pero mi suplica era nada comparada con la ira de Dios.  En aquel momento vi a la Santísima Trinidad.  La grandeza de su Majestad me penetró profundamente y no me atreví a repetir la plegaria.  En aquel mismo instante sentí en mi alma la fuerza de la gracia de Jesús que mora en mi alma; al darme cuenta de esta gracia, en el mismo momento fui raptada delante del trono de Dios.  Oh, que grande es el Señor y Dios nuestro e inconcebible su santidad.  No trataré de describir esta grandeza porque dentro de poco la veremos todos, tal como es.  Me puse a rogar a Dios por el mundo con las palabras que oí dentro de mi.

403 Cuando así rezaba, vi la impotencia del ángel que no podía cumplir el justo castigo que correspondía por los pecados.  Nunca antes había rogado con tal potencia interior como entonces.  Las palabras con las cuales suplicaba a Dios son las siguientes:  Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, por nuestros pecados y los del mundo entero.  Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros.

404 A la mañana siguiente, cuando entré en nuestra capilla, oí esta voz interior:  Cuantas veces entres en la capilla reza en seguida esta oración que te enseñé ayer.  Cuando recé esta plegaria, oí en el alma estas palabras:  Esta oración es para aplacar Mi ira, la rezarás durante nueve días con un rosario común, de modo siguiente:  primero rezarás una vez el Padre nuestro y el Ave Maria y el Credo, después, en las cuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras:  Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero; en las cuentas del Ave Maria, dirás las siguientes palabras:  Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.  Para terminar, dirás tres veces estas palabras:  Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

MODO DE REZARLA:

Se reza con un rosario común.

Cada día reza un Padrenuestro, Avemaría y Credo, y luego con las cuentas del Santo Rosario:

Reza 5 decenas. Comienza cada decena así:

“Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero”.

Sigue e implora al Padre Eterno 10 veces, en cada decena: “Por su dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero”.

Al final, repite 3 veces:

“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero”.

Y después, es bueno terminar con una Salve a la Virgen.

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“Jesús, dame el valor de apoyar siempre la verdad, independientemente de la oposición o las consecuencias.”

 

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